miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ema, de cumpleaños

Vuelvo de una casa cerca de los eucaliptus,
allí hemos celebrado un cumpleaños.
Ella estaba sola, a estas horas de la noche,
sola con sus palabras, con sus imágenes,
sola conmigo.
Me dijo: Ema, dame un hechizo de buenos sueños,
a lo que respondí: los estás viviendo.
Ella dijo: tengo miedo, Ema,
toda mi vida cometiendo errores,
y ya no quiero... tengo miedo.

Ahora camino junto a las vías,
cerca de las enredaderas de mburucullá.
Maribel vendrá a mi encuentro,
voy a mandarla allá,
a la casa del jardín con flores rojas,
seguramente, ella tendrá
un sueño de casas blancas,
y un amor inmenso, infinito,
para obsequiarle a la escritora.

Allá vas, Maribel,
decile que te manda Ema,
te espero en el lugar donde caiga
la última estrella de la noche.

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