viernes, 28 de diciembre de 2012

Ema y las trampas del sol


Cierro los ojos de cara al sol,
y dentro de mis párpados,
crecen árboles gigantes,
cargados de frutos.
Se trasladan de un lado hacia otro,
se deslizan por un campo azul,
las raíces se vuleven algas,
y unas flores amarillas, incandescentes,
llueven de repente.
De pronto, me encuentro observando,
muchísimos caleidoscopios a la vez,
los nombres de los muertos se vuelven luz,
son magenta los recuerdos tristes,
magnolias gigantes los días presentes.
Abro los ojos de cara al sol, e invoco la magia,
estamos a un sólo tramo del salto,
vamos hacia el valle, donde la luna
amanece granizada sobre las terrazas,
y pronuncio el nombre del amor
con vocales reincidentes y perseverantes.

lunes, 29 de octubre de 2012

"- Ema, no hace falta que te recuerde qué día es hoy"
- Nooo, si ya séeee, lo veo en tus ojos
- ¿Qué ves en mis ojos?
- el brillo de unos ojos muy oscuros, inmensos como la noche!!
- Entonces...?
- Entonces que es el cumpleaños del Procurador de las líneas de luz!!
_ ajá, el año pasado le mandamos margaritas, este año vine hasta tu casa para ver
qué le podemos regalar!!
- a ver... qué tengo por acá, dejame ver... mmm un tigre... noo, un tigre no, un dragón... noo, tampoco, mmm ya sé, esto es lo que el Procurador necesita: una bandada de pájaros
- Ah si? y por qué?
- Porque son portadores de sueños, y él podrá poner en cada uno de ellos, lo que sueña cada día
Le ponemos una tarjetita, que diga: FELIZ CUMPLEAÑOS, PROCURADOR DE LAS LINEAS DE LUZ, QUE LOS CUMPLAS MUUUY MUUUY FELIZ.


Ema y Cari

martes, 3 de enero de 2012

24- Ema vestida de luna llena, y la lluvia de planetas

Ema encontró a Magalí junto a una ventana
incrustando cristalitos naranjas en sus cajitas guardasueños.
Vestía de violeta, rayo triste
partiendo el paisaje del hospital, impartiendo órdenes
a las hojas del jardín, solicitando remolinos
con arabescos trazados con sus dedos.
-Ema, mi alma, ¿Cómo van tus cosas, corazón?
Sabía que no podía contarle así, como si nada,
Buscó las palabras, la ubicó en tiempo y lugar,
La sacó de sus tormentas de viento, le trajo recuerdos
de otra edad, de otros sueños, otros jardines,
Y de Tomás.
Cuando iba a empezar a hablar de él,
notó que Magali había fijado la vista en una columna del patio,
señaló en esa dirección con su dedo índice,
y de las yemas de sus dedos, salieron mariposas rojas.
Cesaron los remolinos de otoño en el jardín.
Maga dejó sus cajitas en la mesa,
Maga violeta, pretérita, niña, margaritas iba dejando
por el patio del hospital.
Buscó a Tomás detrás de la columna,
y halló su caricia de mago, palomas sueltas en su espalda,
llovían preguntas,
cristales verdes besos como respuesta,
La urgencia de saberse uno en el otro, de averiguar
si plantaban lunas en los labios, en el paladar, aún,
al decir: “te amo”.
Ema cruzó el patio, y esperó a la sombra, tan bonita,
vestida de luna llena, se mezcló con las madreselvas,
Y esperó que dejaran de llover planetas azules

Sobre sus papás.
Esperó... horas enteras...debajo de un paraguas de añil.