sábado, 28 de noviembre de 2009

Ema, verde limón y las revelaciones


Ema, verde limón y las revelaciones.

La mañana siguiente a la función del circo,
fue ya maravillosa desde su comienzo,
cuando todas las veredas del barrio,
olían a balde con agua fresca y malvón.
A Ema le habían pasado una nota por debajo de la puerta:
- Ema, vení a mi casa a las nueve, El Francés, el domador,
tiene noticias importantes.
Ema, que no suele despertar en el momento
en que abre los ojos,
sino mucho después, casi no entendió.
La nota estaba firmada por la madre del Niño Mago.
Se vistió de verde limón, y al salir,
el sol le hizo muecas desde sus pulseras de plata.
Ema... que hasta anoche no sabías nada...
Hoy tenés una nota pasada por debajo de tu puerta.
-“Cuando era una niña, tampoco sabía nada”- pensó para sí,
ni padres, ni casas para Ema, sólo despedidas,
y un cofrecito verdemar,
repleto de anillos
con un nombre grabado en la tapa:
“Maga”.
- “Sea lo que sea que tenga El Francés, será una revelación,
una certeza – pensó- eso es mas de lo que una bruja
puede tener”.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Ema, el circo y el domador de leones (Parte 14)


Los folletos estaban por todas partes,
un circo había llegado al barrio,
y al margen de la tristeza de Ema,
andaban las veredas salpicadas de lentejuelas,
los mismísimos artistas invitaban a la función.
La aspirante a bruja conversaba con los trapecistas,
no cabían dudas, preguntaba por Mr Cook,
podían haber visto por ahí un gato color caramelo
y para ella era de suma importancia.
Pasaba la escritora con su niño mago
simulando un viaje en triciclo, y a la pasada, dijo:
- Hay que preguntarle a algún domador, ¿tienen domador?
-¿Me buscaban? – dijo un hombre con ojos de estrellas,
apareciendo en la vuelta de la esquina.
De una enredadera arrancó una flor de mburucullá,
se acercó a la escritora, y se la ofreció, mientras Ema sonreía divertida.
Dios miooo, Ema sonreía.
- Soy El Francés, domador de leones, por elección,
¿Con quién tengo el gusto?
- Soy Faustina, escritora, también por elección, este es mi hijo Joaquín,
por fecundación, y mi vecina Ema, aspirante a bruja, portadora de
planetas de brillantina, frecuentada por estrellas, por designio supremo.
El domador las miró, y Ema tembló de felicidad,
pensando en las probabilidades de que este hombre encontrara a Mr Cook,
Y Faustina, también tembló, pero de manera, digamos, diferente.
Fueron invitadas a la función,
Y la noche se llenó de piruetas y bailarinas,
Y trapecistas de arabescos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Ema lila en noviembre, ha perdido a Mr Cook (parte 13)



Ema perdió a Mr Cook una tarde de noviembre,
como si nada,
perdió al gato mientras tomábamos mate en la terraza.
- Este está amargo, Mr Cook se fue - había sido su sentencia.
- ¿Cómo que se fue? ¿Cómo sabés?
- Ya te dije, a este mate le falta azúcar.
Se levantó, y con ella, todo el séquito de mariposas,
saliendo por los bolsillos de sus jeans,
pegándose a los botones de su camisa lila.
El mate rodó por la pequeña mesa,
y fue a parar al piso,
unas gotas verdes salpicaron mi calzado.
Enseguida miré a la vereda, e iba Ema,
mezclándose con las flores de paraísos,
toda lila y azul Ema corriendo a su gato imposible.
Preguntó en todas partes, y todos los interrogados coincidieron:
todos habían visto pasar un resplandor amarillo rojizo
por las veredas.
- Se tomó un tren- aseveró una vecina,
aflojando sus ruleros en la ventana del comedor.
pero Ema ya estaba mirando a Joaquín, el niño mago,
que en brazos de su madre,
le señalaba con el índice la estación.
- La calesita está cerrada...- dijo Ema, sumida en la tristeza.
La madre del niño recogió una lágrima de la bruja
que cayó romboide y plata en el cordón de la vereda.
- Tendrá material para escribir- le dije mientras trataba
de abarcar a Ema con mi afecto inútil,
en forma de abrazo.
- No- me contestó la escritora- Sobre las lágrimas de Ema,
no acierto siquiera el título

martes, 3 de noviembre de 2009

Ema, el niño mago y las certezas


Ema, el niño Mago y las certezas

"- Ema, ¿Qué ves en los ojos de mi niño?
- Aún no puedo ver nada, porque tiene los párpados cerrados."

Me provocó risa este inicio de conversación:
Ema con la vecina de la vuelta, la escritora.
Parece que su hijo Joaquín, vino con una señal en las pupilas,
quieren saber si será mago.

"- Pero Ema, las brujas ven a través de los párpados."

No supo que responder, se puso nerviosa,
tenía las manos sobre la cabecita del niño,
y de las muñecas le salieron trazos de brillantina,
dibujando en el aire la forma de los planetas.

"- Vamos Joaquín... no podés perderte este prodigio de tu vecina-
le murmuró impaciente."

La madre, la escritora,estaba maravillada,
juntaba material para volcar por la tarde
en sus cuadernos inconclusos.
El niño abrió los ojos, sonrisa de azucena.