miércoles, 6 de abril de 2011

23- Ema entre lo tangible, y lo que no lo es


23- Ema entre lo tangible, y lo que no lo es.


-Tu madre vende sombreros encantadores en una tienda oscura,

en un barrio que huele a vainillas.

- La creía muerta- argumentó con tono sombrío Tomás.

- Magali te sigue esperando, sólo que no cuenta con exactitud el paso de las horas, los días, los meses, y se la llevaron para recuperarle la razón.

Están en eso hace muchos años.

Miró hacia la ventana de la cocina,

un rayo de luna se había posado ahora sobre un ángulo de la mesa.

Ema lo tomó como si fuera tangible y lo ofreció a Tomás.

Por supuesto a él, se le escapó de las manos

-Así es Magali ahora, bella, sutil,

pero se te diluye antes que cuentes diez.

Tomás miró hacia la ventana, y fijó la vista

en una estrella recién aparecida en la noche:

- Así es Magali, Ema, siempre... y por ella,

cuento hasta cien, hasta mil, lo que haga falta.

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