sábado, 7 de noviembre de 2009

Ema lila en noviembre, ha perdido a Mr Cook (parte 13)



Ema perdió a Mr Cook una tarde de noviembre,
como si nada,
perdió al gato mientras tomábamos mate en la terraza.
- Este está amargo, Mr Cook se fue - había sido su sentencia.
- ¿Cómo que se fue? ¿Cómo sabés?
- Ya te dije, a este mate le falta azúcar.
Se levantó, y con ella, todo el séquito de mariposas,
saliendo por los bolsillos de sus jeans,
pegándose a los botones de su camisa lila.
El mate rodó por la pequeña mesa,
y fue a parar al piso,
unas gotas verdes salpicaron mi calzado.
Enseguida miré a la vereda, e iba Ema,
mezclándose con las flores de paraísos,
toda lila y azul Ema corriendo a su gato imposible.
Preguntó en todas partes, y todos los interrogados coincidieron:
todos habían visto pasar un resplandor amarillo rojizo
por las veredas.
- Se tomó un tren- aseveró una vecina,
aflojando sus ruleros en la ventana del comedor.
pero Ema ya estaba mirando a Joaquín, el niño mago,
que en brazos de su madre,
le señalaba con el índice la estación.
- La calesita está cerrada...- dijo Ema, sumida en la tristeza.
La madre del niño recogió una lágrima de la bruja
que cayó romboide y plata en el cordón de la vereda.
- Tendrá material para escribir- le dije mientras trataba
de abarcar a Ema con mi afecto inútil,
en forma de abrazo.
- No- me contestó la escritora- Sobre las lágrimas de Ema,
no acierto siquiera el título

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