viernes, 28 de diciembre de 2012

Ema y las trampas del sol


Cierro los ojos de cara al sol,
y dentro de mis párpados,
crecen árboles gigantes,
cargados de frutos.
Se trasladan de un lado hacia otro,
se deslizan por un campo azul,
las raíces se vuleven algas,
y unas flores amarillas, incandescentes,
llueven de repente.
De pronto, me encuentro observando,
muchísimos caleidoscopios a la vez,
los nombres de los muertos se vuelven luz,
son magenta los recuerdos tristes,
magnolias gigantes los días presentes.
Abro los ojos de cara al sol, e invoco la magia,
estamos a un sólo tramo del salto,
vamos hacia el valle, donde la luna
amanece granizada sobre las terrazas,
y pronuncio el nombre del amor
con vocales reincidentes y perseverantes.