domingo, 12 de abril de 2009

La pregunta de Maribel


Maribel, la procuradora de los sueños bonitos,
me preguntó qué es lo que mas me gusta
del hombre que elegí, desde el fondo
de una cajita de espejos,
Y le respondí
"tiene en la mirada la quietud otoñal,
y cuando ríe, sus pestañas son
un remolino de hojas castañas, sobre su rostro de miel.
Son sus lunares piedras de amatistas
desparramadas en sus mejillas.
No puedo dejar de mirarlo Maribel,
aún cuando está ausente.
Guarda en su boca el beso de los príncipes,
la humedad de sus labios, es bálsamo para mi herida.
Gastón trajo a mi casa
el viento del sur en sus brazos
y me cubrió con él,
me guió entre la tormenta.
Arrasó con mis miedos mas antiguos,
sus palabras liberaron a mis muertos,
los hizo volar hacia el alba, buscando la luz."
Maribel preguntó entonces qué haría si lo perdiera
y le respondí:
"Ningún hechizo podría retener a Gastón
si él quisiera irse,
sólo podría prepararle un camino de estrellas,
y pedir, Maribel, que uno de tus sueños,
lo acercara de nuevo, a mi casa de la soledad,
a mi barrio de vainillas y naranjos."